Las deportaciones masivas de niñeras, jardineros y meseros indocumentados, que en su gran mayoría no tienen antecedentes penales, están generando una creciente oposición pública a las políticas migratorias del presidente Donald Trump. Sin embargo, hay un grupo que está feliz: el poderoso complejo industrial de las prisiones privadas.
Las deportaciones masivas de niñeras, jardineros y meseros indocumentados, que en su gran mayoría no tienen antecedentes penales, están generando una creciente oposición pública a las políticas migratorias del presidente Donald Trump. Sin embargo, hay un grupo que está feliz: el poderoso complejo industrial de las prisiones privadas.